No es ninguna novedad que las redes sociales han cambiado la forma cómo nos relacionamos hoy, y también la forma cómo las empresas se comunican con sus públicos relevantes. Eso ya es un hecho, y desde hace algún tiempo, se viene hablando bastante al respecto. Lo sorprendente es lo poco que se dice sobre cómo los Social Media afectan al funcionamiento de las organizaciones y los desafíos que se presentan con su incorporación.
Con los nuevos canales de comunicación que ofrecen las redes sociales, aparece una nueva forma de concebir el trabajo y la gestión de las organizaciones, que implica un cambio en los soportes y procesos, y la incorporación de nuevas herramientas 2.0 para la dirección de personas y la gestión de la información y el conocimiento. A todo esto es a lo que llamamos Management 2.0.
Vemos que hoy emerge un nuevo paradigma de organización en el cual priman los valores de colaboración y participación, comunicación transparente, conocimiento abierto, flexibilidad, agilidad, innovación, entre otros muchos. Así, nace el Management 2.0, que se basa en una organización abierta, que tiene como principio la comunicación y la conversación permanente entre los integrantes de un mismo sistema, fortaleciendo el intercambio abierto y fluido de información, y la creatividad y el desarrollo de los empleados.
En este contexto, las redes sociales ya no sólo están presentes en la publicidad y el marketing de una empresa, sino que también afectan la identidad y la cultura de una organización, su sistema de gestión, sus valores, la captación del talento, sus procesos de trabajo, etc.
Entonces, la pregunta es: ¿están preparadas las organizaciones para hacer frente a este desafío?